¿Que television quieren los niños?
¿Cómo quieren los niños a la televisión? Poder saberlo respetando absolutamente la postura de los pequeños, sin condicionar las respuestas ni el análisis, que pudieran contarlo sin interferencias adultas, desde sus propias experiencias cotidianas y afectivas, con libertad total, fue la intención de esta investigación.
Un mismo spot televisivo, traducido a varios idiomas y pasado por canales abiertos y de cable, fue el elemento motivador. En el mismo, un dibujo animado cuyo personaje era la televisión los invitaba diciendo: "Si tienes entre 7 y 13 años escríbeme una carta, envíame un dibujo o un e-mail diciéndome TELEVISIÓN, ¿ CÓMO TE QUIERO?".
En Latinoamérica recibimos 10.000 cartas y e-mail en el plazo de dos meses, un número inmensamente superior a las respuestas de los otros países que participaron.
Los contenidos de las respuestas nos han sorprendido y en muchos casos admirado, a pesar de los muchos años que llevamos haciendo investigación. Los resultados nos llevaron a dejar de lado estructuras explicativas, utilizadas con anterioridad, para flexibilizarnos ante una realidad que se nos mostraba mucho más rica y variada.
La compleja metodología de análisis y la prueba piloto fueron realizadas por el Profesor Bertolini, en la Universidad de Bologna, Italia, en la primavera del 1999.
Fueron varios los países que se unieron a la investigación de Italia: Canadá. Grecia, Sud África, India y en nuestro continente: Chile, Argentina y Uruguay.
El Instituto de Investigación en Medios, de Buenos Aires, República Argentina, con el auspicio de la oficina de área de UNICEF, llevó a cabo la coordinación de la Investigación en los países de América Latina.
Metodología de la investigación "TV como te quiero".
Para codificar el contenido del material se elaboró una grilla de análisis que incluía de manera diferenciada las categorías para los materiales escritos y para los icónicos.
Dadas las características de las respuestas se trabajaron con dos macro categorías "TV como eres" y "TV como quisiera que fueras" dentro de las cuales se establecían otras categorías de especificación.
Estas dos grandes áreas implicaron la televisión como es y que representa para los niños en la actualidad, por una parte, y como es la TV que imaginan, sueñan, desean o forma parte de sus fantasías. En síntesis qué cambios le harían a la TV, cómo la transformarían, lo que nos está mostrando que cosas "critican" de la misma.
En interrelación con ambas macro-categorías se codificaron áreas relativas a la descripción de la TV connotada como vehículo o representación de alegría-serenidad o de miedo-violencia, negativa-positiva;, omnipotente, mítica, bondadosa. Asimismo se conside raron aspectos descriptivos del objeto-aparato de TV y en la integración del mismo con tecnologías múltiples. Se tomaron en cuenta asimismo categorías referidas a la enumeración y evaluación de la programación; la familiaridad y conocimiento de los niños respecto del medio televisivo, los difusores, la grilla de programación.
Junto con éstas se trabajaron las categorías referidas a las representaciones sociales y míticas, así como las referencias sociales y culturales que los niños expresaban en sus comunicaciones.
Los materiales escritos se subdividieron en unidades mínimas de significado- unidades de análisis- y los dibujos en dimensiones; todas ellas se codificaron en las categorías correspondientes. En el transcurso del proceso de investigación surgió la necesidad de abrir varias de estas categorías, en otras que abarquen con mayor confiabilidad, aspectos que son propios de los países latinoamericanos, como asimismo tener en cuenta los aspectos cualitativos del material que permitían una profundización explicativa en el análisis.
Si hay algo de lo que no cabe duda es que nuestros niños son expertos en televisión y en todo lo que gira alrededor de la misma. Conocen toda la programación y las grillas, los géneros, las formas de producción…
Aquí podemos ver una toma de televisión, las cámaras, el director con un megáfono sobre una silla alta, y en el escenario, que es un puente, una pelea entre indios y soldados, incluso aparecen los recorridos de las balas y flechas. Este dibujo fue realizado por un niño de 11 años y es una muestra clara del conocimiento que tienen sobre la producción televisiva.
Este conocimiento exhaustivo los lleva a pensar en nuevos diseños donde primen los colores fuertes, pantallas extrachatas, televisores en forma triangular o redondos, que se puedan trasladar, que permitan colgarlos en el techo, que entren en el reloj, entre varias alternativas.
También llama la atención como los niños se adelantan a los avances tecnológicos, hablando de multimedia, demandando muchas pantallas, para poder ver al mismo tiempo al menos seis programas, que las mismas se puedan agrandar o achicar, televisores con forma piramidal, con caras que son pantallas para que la familia pueda ver cada uno su propio programa pero estando todos juntos, comando por voz, interactividad, que sea tridimensional y muchas otras cosas. Haciendo un análisis más exhaustivo comprobamos que muchos de estos niños que hablaban con tanta facilidad de las nuevas tecnologías solo tenían canales de aire.
En este proyectar la nueva tecnología, donde se unen todos los aparatos y sofisticaciones tales como máquinas de comida, robótica etc. los niños, con total claridad y sin dudas al respecto, visualizan a la tecnología como la posibilidad de homogeneización, de igualdad de oportunidades, de ayudar a aquellos más necesitados a tener un canal de crecimiento y de inserción social, en contraposición al pensamiento de muchas teorías que sostienen que las nuevas tecnologías producen una división entre aquellos que las pueden manejar y los que no, así el aumento de la brecha digital potencia la polaridad entre los que más ricos del planeta y los que menos tienen.
Cuando los niños se refieren a la "TV como quisiera que fueras" despliegan su imaginación y revelan con claridad cómo es su vínculo con el medio: plantean un diálogo con la TV. Lo hacen de modo activo, donde sugieren, critican, discuten, ponen en tela de juicio lo que ven pero lo hacen desde una relación personal, afectiva, de visión mágica y mítica del medio.
Desde esa perspectiva reclaman a la TV- ¿al mundo adulto quizás?- ser reconocidos, escuchados, respetados, tomados en cuenta.
Hablan con la TV, se relacionan con ella desde un vínculo afectivo y reclamante de interactividad, en un plano personalizado y subjetivo. Una TV que se interese por sus problemas, su realidad, sus dificultades escolares y sus carencias afectivas y sociales. Es "alguien" que forma parte de sus vidas, en los sentimientos y en los hechos cotidianos.
Todos estos conocimientos que los niños tienen sobre la televisión están teñidos, empapados, por el pensamiento mítico, mágico, donde la televisión (como dice el Profesor Bertolini), se convierte en un objeto revestido de valor y nosotros agregaríamos omnipotente y omnipresente.
Este rasgo, que es propio de la infancia en sus primeros años, se ve realimentado y prolongado por las características tecnológicas y de contenido del medio, que nutre la fantasía y la visión mágica del mundo de los niños. Pero asimismo, por actitudes del público adulto, claramente percibidas por los niños, que tienden a conferir esos atributos de "milagrosa hacedora y componedora de hechos a la TV".
Es así como Pedro de 8 años nos dice en su carta
"vos que tenés tanto influencia en el mundo convence a los adultos…. .para que empleen su tiempo en crear trabajo y no en hacer materiales para la guerra".
"Televisión, puedo soñar que un día al encenderte pueda ver un país donde todos tengamos agua y donde todos los niños puedan ir a la escuela y no tengan que trabajar…" Niña 12 años.
"Televisión, estás en mi casa y ya sos de la familia y estoy convencida que nos puedes hacer felices." Niña 9 años.
"Invádeme con amor y sabiduría e iremos creciendo y formándonos mentalmente para integrar una sociedad mejor" .Niña 13 años
"…nos puedes explicar cosas esenciales que nos van a ayudar a vivir mejor nuestro futuro. "Niño 12 años.
La televisión aparece en su condición mítica- rasgo del pensamiento infantil- que le otorga poderes ilimitados que hace, que el artefacto tecnológico se transforme en el imaginario infantil, en un objeto mágico, depositario de elementos preciosos y de posibilidades inacabables e inabarcables de producir felicidad. Es un ser benévolo, cariñoso, afectuoso, pleno de poderes capaz de hacer el bien y combatir el mal.
El mito, según la definición de Watts, es una serie de imágenes según las cuales podemos entender la vida.
Las imágenes tienen una influencia mucho mayor en nuestros sentimientos que las ideas abstractas y es la imagen la fuerza principal de la televisión.
"En general, los sueños son ese aspecto de la dimensión simbólica que se experimenta a nivel personal. Cuando la misma se percibe en términos transpersonales, que pertenecen algo más que a la experiencia subjetiva del alcance individual para llegar a lo que es universal en el ser humano, el mito se halla presente, tanto si la experiencia tiene lugar en el estado de sueño como en el de vigilia. Se considera mito porque implica lo que es primordial en el ser humano y en su vida, lo expresa simbólicamente y proporciona una perspectiva interna por la cual se pueden sentir los misterios de la existencia y llegar a entrar a ellos". Campbell Op. Citada.
El mito "es la expresión de la respuesta total del ser humano a su encuentro con la realidad y su subsiguiente esfuerzo para asegurar, de forma que tenga sentido, su propia existencia ante esa realidad". "Los ritos y los mitos constituyen un mesocosmos, un cosmos mediador, intermedio, a través del cual el microcosmos del individuo se pone en relación con el macrocosmos del todo." Joseph Campbell, Masks of God, Vol.1, New York 1959.
Parecería que esta es la función de la televisión, sueños despiertos, que se van transformando en mitos, en explicaciones de la vida, de la propia interioridad.
Ver segunda parte del artículo